Las uniones de metal y plástico se producen mediante la compresión o la inyección posterior de un elemento de unión metálico preestructurado con el plástico. El láser es decisivo en este proceso. Porque crea microestructuras en el elemento de unión con entalladuras posteriores que permiten que el plástico se agarre en la superficie de metal. La elevada intensidad de la radiación láser hace que una parte del metal se evapore. Debido a la impresión producida por sublimación, la colada de la base de la estructura se comprime en el borde la estructura, donde la colada se solidifica. Al repetirse varias veces el proceso, se crea un corte posterior. En el proceso de unión posterior con la parte de plástico, se consigue una unión gracias al agarre en la microestructura.
El propio procedimiento de unión se realiza calentando el metal y fundiendo el plástico mediante transmisión del calor. El plástico se comprime o inyecta en la microestructura y se solidifica. Para el desarrollo de un proceso de producción apto para grandes series y con garantía de calidad para una tecnología de construcción ligera multimaterial, TRUMPF se compromete en proyectos con fondos públicos como, por ejemplo, ExtraLight o Q-PRO.