Incluso bajas concentraciones de polvo fino pueden ser perjudiciales para la salud. El polvo fino se genera por el desgaste de frenos, neumáticos, embragues y superficies de rodadura. Más de la mitad de las emisiones de partículas en el tráfico rodado pueden atribuirse al proceso de frenado o, más concretamente, al desgaste de los discos de freno, las zapatas y los neumáticos. Con High-Speed Laser Metal Deposition se recubrirán en el futuro los discos de freno de bajo desgaste que cumplan la norma Euro7. Los discos de freno con este revestimiento emiten muchas menos partículas que los discos convencionales.  El proceso no solo garantiza menos polvo fino, sino también menos desgaste. Por lo general, el disco de freno se recubre con dos capas. La primera capa se utiliza principalmente como inhibidor de corrosión y suele ser de acero inoxidable y sin níquel. La segunda capa consta de una mezcla de carburos duros como el carburo de titanio o de tungsteno y un acero. También los vehículos eléctricos pueden beneficiarse en el futuro de esta tecnología de recubrimiento, ya que la recuperación de energía se utiliza para frenar, lo que significa que los frenos de disco rara vez se utilizan. Como resultado, el disco de freno puede oxidarse o incluso corroerse, lo que provoca una pérdida del rendimiento de frenado y, en casos extremos, puede obligar a una sustitución prematura. Este riesgo se puede abordar utilizando el HS-LMD de discos de freno en vehículos eléctricos con materiales resistentes a la oxidación y la corrosión.