Retos
Cuando Ronny Ferl piensa en los primeros meses de FEGA Solutions, tiene que sonreír. Dice: "Al principio no teníamos máquinas. Solo una oficina en la que diseñábamos. Fabricantes externos se hicieron cargo de la producción de las piezas. No era ni rápido ni económico, pero simplemente queríamos ganar los proyectos en el primer paso para afianzarnos en el sector como empresa nueva". El cálculo salió bien. Rápidamente nos llegaron cada vez más pedidos. Tantos que la externalización de las piezas pronto dejó de ser una opción. Ferl y su socio Gosbert Gast reaccionaron. Compraron una prensa plegadora EHT de segunda mano con su propio capital. De este modo, al menos han conseguido que el paso del proceso de plegado sea interno. "Pero seguir comprando los cortes por láser tampoco era ya una solución económica. Ya teníamos demasiados pedidos sobre la mesa", dice Gast.
Debían tener sus propias máquinas. Ferl y Gast estaban de acuerdo: debían ser máquinas de TRUMPF. "La calidad de las instalaciones simplemente es la mejor y, además, son fiables. Precisamente lo que necesitábamos", dice Ferl. Sin embargo, regresó desilusionado de su reunión en el banco local: "Conseguir financiación para las nuevas máquinas era prácticamente imposible. Habríamos tenido que poner todos nuestros activos como garantía". Ninguno de los dos quería correr ese riesgo.