La cerámica es un material importante en la microtecnología y la tecnología de precisión y resulta imprescindible, por ejemplo, para la fabricación de componentes electrónicos. Los requisitos para los materiales aumentan: se demanda una mayor dureza y resistencia a la temperatura. No obstante, la cerámica se vuelve cada vez más frágil al aumentar su dureza y, por ello, resulta difícilmente mecanizable con los métodos de fabricación habituales. Para evitar un debilitamiento del componente debido a las grietas y tensiones, en los procedimientos mecánicos solamente se trabaja a velocidad reducida. Los útiles se desgastan rápidamente y en muchos casos resulta necesario efectuar costosos retoques para conseguir una buena calidad de los componentes. Por el contrario, el mecanizado con el láser está asociado a considerables ventajas.
Resumen: la elección adecuada de los parámetros láser tales como la energía de pulso, la tasa de solapamiento y de repetición del pulso, impide la aparición de microgrietas con lo que ya no resultan necesarios los molestos retoques.