TRUMPF posibilita que sus empleados funden empresas emergentes

Encontrar la entrada a Co­Working-Space Steyg, en el centro de Stuttgart, no es fácil. No muy lejos de la estación central de tren, el camino atraviesa patios estrechos y los visitantes siguen las indicaciones escritas a mano. Donde antes trabajaban los empleados del Ministerio de Sanidad y los banqueros, diversas empresas jóvenes han vuelto a dar vida a este espacio de 2.000 metros cuadrados en los últimos años.

Aquí es donde ha encontrado su sitio "Internehmertum", un programa de incubación que TRUMPF puso en marcha en 2017. Permite a empleados de todos los ámbitos poner a prueba nuevas ideas empresariales y, si se dan las condiciones adecuadas, ponerlas en práctica. La ruptura con el entorno de trabajo habitual en TRUMPF es intencionada. Óptica, ambiente, cultura, formas de pensar, ritmo: todos los participantes se sumergen en un mundo completamente distinto durante un tiempo limitado.

En Steyg, las paredes y las mesas están hechas de chapa de madera contrachapada, hay puestos de trabajo flexibles, muchas salas para equipos y espacios abiertos para eventos. "Intercambiar ideas, establecer contactos, aprender unos de otros e inspirarse mutuamente forma parte de nuestra agenda", explica Dina Kohler, que gestiona el programa en TRUMPF desde hace más de dos años. Hace unos meses, otra ronda de incubación del programa Internehmertum concluyó con éxito. Cinco equipos de empresas emergentes dispusieron de algo menos de tres meses para poner a prueba sus conceptos en cuanto a oportunidades de mercado y viabilidad técnica. Para ello, TRUMPF les concedió la mitad de las horas de trabajo acordadas por contrato.

Hace tiempo que Jonas Steiling, Max Hesselbarth y su equipo dieron el salto al trabajo autónomo. Su empresa emergente Optimate empezó su andadura en Internehmrtum a finales de 2019 y ahora se considera un proyecto modélico. Han sacado al mercado una solución de software basada en IA que permite a los chapistas diseñar mejor sus componentes y reducir costes. Los usuarios solo tienen que subir los datos CAD de sus piezas a la plataforma en línea. De este modo, descubren en un abrir y cerrar de ojos cómo pueden ahorrar material o dónde pueden sustituirse cordones de soldadura por plegados. El algoritmo también detecta errores de diseño, como cuando un recorte está demasiado cerca de un borde de plegado.

Optimate es un pionero: no existe ningún producto comparable en el mercado. Por eso, desde el principio, la plataforma ha ido ganando nuevos usuarios cada día. Próximos hitos: en el futuro, el software debería detectar potenciales de optimización en grupos de módulos y estar disponible como solución enchufable directamente en el software de diseño de conocidos fabricantes de CAD.

Desde que trabajaron juntos en el departamento de informática de la empresa TRUMPF, los tres antiguos compañeros Yannick Dickel, Tim Taraba y Dennis Knotz han estado interesados en promover una cultura del agradecimiento en el puesto de trabajo. "Dar las gracias a los compañeros, sobre todo en el equipo, aunque sea por algo pequeño, es una habilidad importante. Para nosotros, forma parte de una cultura de comunicación positiva y refuerza la sensación de pertenecer", comenta Tim Taraba, de la empresa emergente Kunveno.

Los tablones de anuncios virtuales de Kunveno, en los que los empleados pueden dejar notas adhesivas electrónicas, están pensados para dar un lugar permanente a los elogios y hacer visible el reconocimiento mutuo, en equipos individuales, pero sobre todo más allá de los silos profesionales y los niveles jerárquicos. En TRUMPF IT hay disponible una primera versión de la aplicación desde 2019; se puede utilizar en toda la empresa bajo petición. El equipo está trabajando actualmente en la integración de Kunveno en herramientas de comunicación como Microsoft Teams o Slack, y más adelante se incluirán aplicaciones para los sistemas operativos móviles Android e iOS.

El Business Case elaborado en el programa Internehmertum no siempre funciona. La directora del programa, Dina Kohler, confirma que alrededor de la mitad de las empresas emergentes abandonan el programa de ayuda a los tres meses. El trabajo intensivo sobre la idea de negocio saca a la luz puntos débiles que nadie había visto antes. La tecnología no funciona correctamente o el equipo no se compenetra de forma óptima. "No hay problema: para eso estamos aquí. Los participantes deben enfrentarse a los errores lo antes posible y aprender qué pueden hacer de forma diferente y mejor", dice Kohler. Si, al final, se opta por descartar la idea, incluso eso es una señal del proceso del aprendizaje.

Si Dina Kohler se sale con la suya, muchas más empresas emergentes deberían superar con éxito el programa de incubación y crecer con rapidez en el mercado, con o sin la intervención financiera de TRUMPF. Desde 2022, Kohler ha ampliado mucho más el ámbito geográfico de la iniciativa empresarial. A partir de ahora, los empleados de EE.UU. también podrán presentar solicitudes para las próximas rondas de ayudas a través de la intranet. El objetivo sigue siendo el mismo: fomentar la creatividad y reforzar el pensamiento empresarial. La inspiración necesaria para ello la tiene la comunidad internacional de TRUMPF. De eso no cabe duda.